Cuando alquilé mi habitación en un piso de universitarias no imaginaba que conseguiría chuparle el chocho a la más guapa de ellas, pero sucedió y estoy encantada. Que todas las chicas del piso tuvieran novio fue «la clave de mi éxito».
Ellas son universitarias de entre veintidós y veintitrés años, yo tengo veintiséis años y he vuelto a la ciudad para trabajar en prácticas de lo que estudié, más adelante, cuando gane más, puede que alquile un piso para mi sola, o quizás me quede con ellas si sigo estando igual de bien. Yo soy una chica lesbiana, pero sobre todo soy muy liberal y con muchas ganas de disfrutar de la vida y de mi cuerpo, por eso he tenido algunas experiencias con hombres pero solo por experimentar de mí libertad.
Me alquilaron la habitación con una condición, Laura, la morenaza alta, de la que quedé prendada nada más verla me lo explicó.
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